El potencial humano es la riqueza más grande que poseen los países en desarrollo, si a esta población se le da la debida educación, es obvio que esto dará como resultado un avance significativo hacia una competitividad a todo nivel, basada en la preparación de los recursos humanos…….la clave del éxito no es tanto la tecnología, sino en el dominio del conocimiento de esas tecnologías, donde todas las capacidades, (aprendizaje, adaptación, creación, tolerancia y amor por lo uno hace) son fundamentales.
Para poder lograr lo anteriormente nombrado, gran parte de nuestra población debe dejar sus prejuicios conspirativos y culturas opuestas a la vida y la sana conviviencia. Como ser las culturas de la violencia y la intolerancia, que florece en la desconfianza, recelo, incomprensión entre comunidades, violación de los principios de dignidad, igualdad y respeto entre los seres humanos.
El docente entre otras tareas, tiene esta tarea que es tan importante, como combatir los prejuicios, la ignorancia y hacer renacer, el intercambio de ideas promoviendo un acceso más equitativo al conocimiento, con las personas que quieren crecer competitivamente y sin mediocridad, con convicciones claras, dispuestos al cambio en bien de la educación, para lograr como meta final formar seres humanos integros.
El reto de las Universidades en esta época debe ser romper los paradigmas de la educación tradicional y apostar al paradigma productivo, basado en la formación por competencias de acuerdo a las necesidades y exigencias del contexto, donde se fortalece el proyecto de vida laboral y profesional, asumiendo responsabilidades desde un punto crítico, reflexivo que incluya el pensamiento complejo para alcanzar a la idoneidad y al compromiso.
Para todo esto se debe garantizar la evaluación permanente del diseño curricular, tomando encuenta los problemas socio-culturales y las exigencias del mundo laboral actual además de evitar las reformas simples que producen un estancamiento de los procesos educativos.
Se debe de propiciar cambios reales, eficientes y eficaces desde el interior de los programas profesionales, es decir a partir de las experiencias propias y exigencias del entorno. Además es importante la participación activa y permanente de todos los involucrados en el desarrollo de la educación, tanto del personal académico como el administrativo, poniendo hincapié en las expectativas e ingenio de los estudiantes, y finalmente una evaluación sistematizada y observación acertada de cambios a través del tiempo.
Por mi parte, como docente, me he propuesto estimular las expectativas, ingenio y creatividad de los estudiantes que pasen por mis aulas, de tal manera que entre todos comencemos a propiciar cambios reales, donde la educación con nuestros futuros docentes cambien de una forma positiva. A través de estas fotos y videos que incluyo, quiero demostrarles que sí se puede lograr un cambio actitudinal en nuestros docentes, como ustedes saben además de ser docente de pregrado, soy docente de postgrado del Diplomado en Educación Superior donde se forman nuestros futuros docentes, y quiero dedicarles a ellos esta nota, por creer en una nueva forma de educación, por ser tan creativos, por estar dispuestos al cambio en bien de la educación, para llegar a nuestra meta en común, formar seres humanos íntegros… Va para ustedes chicos del Paralelo “D” del PPEGESS de la Facultad de Medicina I-II versión, no bajen los brazos!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario